Quieres aprender a hacer rapel pero tienes un miedo terrible a hacerlo o fobia a las alturas. La idea de saltar por el borde de un acantilado o de bajar por el agujero de una cueva te parece una idea absolutamente terrible. El solo hecho de pensarlo hace que se te doblen las rodillas, te suden las palmas de las manos y te tiemblen las piernas. Tal vez se te acelere el pulso. Sé que llegar a ese borde y mirar hacia abajo por primera vez puede pillar desprevenido a cualquiera. Con miedo a las alturas o sin él, es un largo camino hacia abajo para cualquiera.
Incluso con este miedo quiero ayudarte a superarlo. El miedo no debería ahuyentar tus deseos de salir y disfrutar del aire libre. Deberías ser tú quien lo impulse. El miedo es algo que se puede superar con el entrenamiento adecuado y dando pasos pequeños y calculados. Ahora, analicemos cómo superar el miedo al rapel.
Practica Bouldering
Si tienes fobia a las alturas, te recomendaría que primero pruebes para ganar confianza en tus habilidades y entender cómo es estar elevado sobre el suelo. Busca un gimnasio de escalada local para practicar la escalada. Muchos gimnasios de escalada tienen alturas específicas marcadas a las que puedes subir de forma segura sin estar atado a una cuerda o sin un compañero de aseguramiento. Por lo general, los pisos de estos gimnasios están cubiertos con colchonetas sobre las que puedes caer de forma segura.
Si no tienes un gimnasio de escalada, sal y prueba el boulder con profesionales capacitados. El boulder consiste simplemente en escalar rocas y, por seguridad, llevas una colchoneta portátil que te puede sujetar si te caes. Las rocas son más pequeñas, pero permiten a los escaladores escalar y trepar formas y objetos únicos sin necesidad de usar una cuerda o un arnés.
Dedica tiempo a escalar y a prepararte. Dedica tiempo a cometer errores y a caer. Quieres aprender a tener éxito mientras escalas un muro o una roca, pero también quieres experimentar el fracaso para reconocer tus limitaciones. Cada error es un momento de aprendizaje y cada triunfo genera confianza en tus habilidades, lo que comienza a alejar el miedo.
Lo que realmente hace este simple paso es ayudarte a reconocer cuándo debes tener miedo o, en otras palabras, estar consciente de un peligro potencial. Al superar los obstáculos y conocer tus limitaciones personales, puedes tomar mejores decisiones al escalar y, eventualmente, al hacer rapel. Entenderás qué necesitarás practicar y qué elementos requieren que busques entrenamiento adicional.
Busque formación profesional
¿Por qué deberías buscar formación profesional? Déjame que te lo cuente. En primer lugar, son expertos que han pasado por los altibajos del rapel. Saben qué obstáculos enfrentarán los principiantes y qué obstáculos deberán superar.
Los instructores profesionales pueden darte instrucciones básicas sobre qué hacer. En primer lugar, te darán instrucciones sobre el equipo específico que necesitas, cómo usarlo, cómo hacer los nudos esenciales para hacer rapel y cómo descender de forma segura desde la cima hasta el fondo. Los instructores profesionales también pueden enseñarte las mejores prácticas y cómo mejorar tu forma. Los comentarios de un instructor capacitado deben absorberse como una esponja. Sus palabras de sabiduría pueden tener un gran impacto en tu desempeño y serán absolutamente invaluables cuando llegue el momento de poner en práctica lo que te enseñaron.
Una de las mejores cosas que puede hacer un instructor es ayudar a superar la fobia a las alturas o cualquier miedo al rapel. Practicarán el descenso de los alumnos con cuerdas desde grandes alturas para crear una mayor conciencia de que el rapel se puede hacer de forma segura si se hace correctamente. Un instructor también capacitará sobre cómo superar el miedo, que no es más que una tontería. Muchas veces, nosotros, como humanos, construimos una percepción de lo que es algo sin siquiera intentarlo. El miedo puede incapacitar a las personas y hacerles creer que están en peligro incluso cuando en realidad no lo están.
Permítanme compartir un ejemplo. Mis hijos a veces han creído que había un monstruo en la casa. Cuando se iban a dormir creaban este miedo, pero no había nada que temer realmente. Yo entraba con valentía en su habitación y revisaba debajo de la cama, revisaba el armario y luego golpeaba al monstruo imaginario, lo que hacía que mis hijos se rieran histéricamente. Entonces pensaban que la amenaza había desaparecido y se sentían seguros solos en su cama. Ahora bien, ¿había alguna vez un monstruo en la habitación? ¡No! Pero tenían que reconocer la tontería del miedo y, una vez que lo veían, podían quedarse dormidos rápidamente.
Ahora bien, un buen instructor te explicará la diferencia entre los miedos que no tienen sentido y los miedos que pueden llegar a ser verdaderos, como el mal tiempo, la pérdida de escombros o cualquier otra cosa que pueda pasar durante un rápel. Muchos de estos incidentes se pueden superar con una planificación y una preparación adecuadas. Si el miedo empieza a crecer, un buen instructor también te dirá que reconozcas tus habilidades y sigas adelante, si no hay nada que temer realmente. Al igual que la imaginación de mis hijos de un monstruo en la casa.
Confíe en el instructor y en lo que le enseñaron. Confíe en que sus habilidades y destrezas personales han aumentado gracias a la orientación y el entrenamiento recibidos. Siga de cerca lo aprendido y no permita que el miedo lo detenga.
Escalada en roca y aseguramiento en bajada
Ahora que has practicado escalada en un gimnasio o boulder y has recibido instrucciones adicionales de un profesional capacitado, es hora de pasar al siguiente paso para superar el miedo al rapel. Es hora de escalar a alturas que requieren un compañero de aseguramiento. Es hora de superar tus límites de forma segura y volar.
Al escalar una pared enorme, adquirirás un nuevo nivel de confianza en ti mismo y en tu compañero de aseguramiento. Tú y tu compañero os equiparéis adecuadamente y utilizaréis las técnicas enseñadas y practicadas para escalar con éxito el acantilado y luego descender de forma segura. Este es un gran paso para superar el miedo al rapel.
Al comenzar la escalada, cuando estés a unos 2,5 o 3 metros del suelo, trabaja con tu compañero para advertirle de que te soltarás de la pared. Ahora, suéltala y prueba lo que sucede. Aprenderás rápidamente que, si pruebas y te preparas adecuadamente, no habrá ningún daño. La mayoría de los pensamientos nefastos creados por el miedo se alejarán. Reconoce que, si estás preparado, no tendrás miedo. Ahora, vuelve a la pared y escala lo más lejos que puedas. Cuando termines la escalada, permite que tu compañero de aseguramiento te baje de forma segura. Empújate ligeramente de la pared con los pies mientras desciendes, con los pies hacia afuera en un ángulo de aproximadamente 90 grados con respecto al resto del cuerpo. Esta será una buena práctica para acostumbrarte a lo que se siente al hacer rapel de verdad cuando tienes el control total de tu descenso.
Cuando llegues al final, date una palmadita en la espalda. Mira hacia atrás y piensa en todo lo que has logrado y en lo que te ha traído hasta este punto en el que has podido superar poco a poco el miedo a las alturas y prepararte adecuadamente para superar el miedo al rapel.
Supere el miedo al rapel
Así pues, aquí están los puntos de control que se han alcanzado hasta ahora en este viaje:
- Competente en escalar alturas cortas en gimnasios/boulder sin miedo.
- Recibí instrucción profesional de un instructor de escalada sobre cómo usar correctamente el equipo, escalar, asegurar, hacer rappel y superar obstáculos personales.
- Experto en escalar en roca con un compañero de seguridad y descender desde la pared sin miedo.
Antes de hacer rapel, asegúrate de tener todo el equipo de seguridad preparado. Una frase que me encanta es: “Si estás preparado, no tendrás miedo”. Prepárate con todo el equipo que necesitarás para protegerte. En el rapel, si no tienes ninguna otra protección de seguridad, usa un casco. El casco es absolutamente imprescindible. Te protegerá de cualquier caída de escombros o de golpes y rasguños en el camino. Aquí está mi recomendación de casco y una guía sobre cómo debe ajustarse un casco en tu cabeza.
El paso final es superar el miedo a hacer rapel. A estas alturas ya lo tienes todo bajo control. Te has esforzado al máximo y has recibido el apoyo adecuado para alcanzar tu objetivo. Has dado pequeños pasos para acabar con ese miedo.
Con todo el entrenamiento y la ayuda que has recibido, es hora de ponerlos en práctica. Lleva un compañero de rapel bien entrenado que te guíe en tu descenso desde el acantilado. Este compañero también te proporcionará un segundo par de ojos para revisar todo el equipo, los nudos y que estés bien anclado antes de hacer rapel.
Ahora respira profundamente y comienza el descenso. Has hecho todo lo que estaba a tu alcance para garantizar un descenso suave y seguro. Has tomado todas las medidas necesarias para superar tu miedo personal a las alturas y cualquier miedo que hayas tenido alguna vez al hacer rápel. Puede que sientas un poco de ansiedad y que el miedo intente emerger, pero confía en tus habilidades.
A medida que pases por el borde con los pies presionando el camino, te invadirá una sensación de emoción. A medida que controles el ritmo y des los pasos, adquirirás mayor confianza. Comenzarás a ver de lo que eres capaz y lo que has logrado. Todo ese arduo trabajo te ha traído hasta este punto y tu vida habrá cambiado para siempre. A partir de este momento, el aire libre te llamará para que vuelvas y hagas rapel una y otra vez. ¡Felicitaciones por tu logro y feliz rapel!